Aunque en pie de igualdad política, Castilla y Aragón no representaron lo mismo para el gobierno común de los Reyes Católicos. Castilla era más rica y más poblada, mientras que Aragón padecía una crisis económica que reducía su protagonismo en la unión de las dos coronas.
Fernando II de Aragón apenas pasó tres de sus 37 años de su reinado en Aragón, ocupado principalmente en asuntos de Castilla. Fue un estadista sagaz y un hábil gobernante y al menos en política exterior atendió tanto los intereses castellanos (volcados hacia el Atlántico) como los aragoneses (orientados al Mediterráneo)
Los territorios que integraban las dos coronas mantuvieron sus instituciones, leyes y monedas; tan solo pasaron a estar bajo el cetro de un monarca común. La adopción de las características propias de la monarquía autoritaria por los reyes produjo continuos roces entre el rey y las instituciones aragonesas: las Cortes, los Fueros, las Diputaciones y el Justicia limitaban el poder real por lo que los reyes intentaron a partir de entonces desembarazarse de ellas.
Dos medidas generaron un fuerte rechazo en Aragón: la instauración del Tribunal de la Inquisición, ubicado en la Aljafería, establecido por mandato real y que entraba en colisión con los Fueros de Aragón y la expulsión de los judíos, decretada en 1492 y que afectó muy negativamente a la sociedad y a la economía de los territorios de la Corona de Aragón
Lee el texto y contesta
a) ¿Quién era la esposa de Fernando II de Aragón?
b) ¿Cuál era la diferencia fundamental entre Castilla y Aragón en estas fechas?
c) ¿Cuál fue la causa de las disputas entre las Instituciones Aragonesas y el rey?
d) ¿Cuáles fueron las medidas tomadas por los reyes y qué más rechazo causaron en Aragón?
e) ¿Qué supuso para Aragón la expulsión de los judíos en 1492?
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